viernes, 25 de julio de 2014

Mascotas de ida y vuelta






La gata Olivia y el perro Simba deberán volver a la asociación Gatocan, de acuerdo con las resoluciones adoptadas por dos juzgados coruñeses, que consideran que las personas que adoptaron a estas mascotas incumplieron las condiciones del contrato de donación que firmaron con el colectivo, dedicado a la protección de los animales. Las resoluciones, que pueden ser recurridas, imponen además sanciones económicas a las personas que se hicieron cargo del perro y la gata, a las que se añadirán penalizaciones en caso de que se nieguen a devolverlos.

Gatocan suscribe un contrato con quienes deciden adoptar alguno de los animales abandonados que recoge, con el fin de garantizar que va a recibir la atención adecuada. En ese documento, el adoptante se compromete a esterilizar la mascota para evitar nuevos abandonos, a vacunarla, a alimentarla de forma correcta, a permitir inspecciones para comprobar su estado y a recuperarla si no se cumplían las condiciones pactadas, así como a no usarla para la reproducción con fines lucrativos.

Este fue el caso de Simba, un pastor alemán cuya belleza animó a la persona que lo adoptó a dedicarlo a la monta de hembras y a cobrar por esta actividad, lo que motivó una denuncia de Gatocan. Ambas partes llegaron finalmente a un acuerdo antes de que se celebrase la vista oral en el Juzgado de Primera Instancia número 1, que impuso una multa de 200 euros al adoptante y le ordenó abonar otros 300 euros por haber perdido el animal, según declaró cuando se le reclamó su devolución.

Gatocan sospecha que el perro en realidad fue escondido y por eso ha iniciado una campaña para conseguir su localización, por lo que solicita que si alguien cree haber visto a Simba, de un año y medio de edad, con chip identificativo y desaparecido en la parroquia arteixana de Armentón, que se ponga en contacto con la asociación.

Como en la calle

Cuando miembros de Gatocan acudieron a comprobar el estado de Olivia, se encontraron con que la gata "estaba escuálida y con el pelo en mal estado por la mala alimentación", según señala Beatriz Martín, presidenta de la asociación, quien detalla que el animal "se hallaba como si estuviera en la calle, sin castrar y con las mamas como si estuviera recién parida".

Gatocan exigió a estas personas que castraran a la gata. "Pero nos dijeron que no lo iban a hacer porque eso cuesta dinero", recuerda la portavoz de la asociación. La denuncia presentada acabó con una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 13 que considera resuelto el contrato suscrito entre las dos partes y obliga a restituir a la gata, así como a indemnizar a Gatocan con 200 euros y con 20 más por cada día que transcurra desde que esta sentencia sea firme hasta que el animal sea devuelto.

En el fallo judicial se señala que tras un periodo de entre seis a ocho meses en poder de quienes la adoptaron, Olivia "no presentaba buen aspecto, tenía mal pelaje, se la tenía en un cobertizo sin agua y además estaba recién parida", a pesar de que los adoptantes se habían comprometido a esterilizarla.
El titular del juzgado considera que se trata de una donación modal prevista en el Código Civil que obliga al donatario "a realizar una determinada prestación" y que si esta no es cumplida, "surge la posibilidad de que la donación sea revocada", como finalmente ordena en su sentencia.

"Que la gente sepa que cuando firma un compromiso, en el caso de Gatocan va a haber un seguimiento real", advierte Beatriz Martín, quien explica que cuando se producen estos casos el interés de la asociación es conseguir la devolución de los animales porque su objetivo es que estén "en las manos adecuadas".

La presidenta de la asociación gallega recuerda que las dos resoluciones judiciales aún no han sido ejecutadas y que el colectivo está a la espera de poder recuperar las dos mascotas.

Fuente:  http://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2014/07/25/mascotas-ida-vuelta/1064141.html